Pacto local por el empleo

En octubre de 2008 se firma el Pacto Local por el Empleo de Ciudad Real, sobre la necesidad de implicar, a través de los principios de diálogo, colaboración entre las diferentes administraciones y el sector privado, consenso, compromiso en la acción y unidad en la defensa de los temas clave, a todos los agentes sociales y económicos en el diseño y gestión de las políticas activas de empleo de ámbito territorial, elaborando estrategias que se adapten a la realidad local y con el objeto de convertirse a corto plazo en un instrumento básico de la política de desrrollo local, en lo refernte a a fomento del empleo y formación, atendiendo especialmente a los procesos de integración e inserción laboral de determinados colectivos que se consideran prioritarios.

El IMPEFE coordina una nueva etapa, un cambio de rumbo para potenciar las sinergias entre las entidades y las posibilidades de colaboración e intercambio de experiencias y proyectos, aconviertiendo al Pacto en una herramienta fundamental para el desarrollo e impulso de acciones favorecedoras de empleo y de coordinación entre entidades con objetivos comunes.

La tendencia actual es hacer que el Pacto Local por el Empleo de Ciudad Real funcione como un mecanismo de planificación conjunta, concertación y coordinación municipal entre los agentes socio-económicos e instituciones clave en el ámbito de las políticas de empleo. Para ello, se van a incorporar nuevas objetivos y formas de trabajar que permitan desarrollar nuevas líneas metodológicas y ampliar las posibilidades de participación a las entidades, abriendo nuevos canales de comunicación y espacios de debate común.

El Pacto Local por el empleo de Ciudad Real se va a apoyar en las prioridades marcadas por la Estrategia EUROPA 2020 que trata de lograr un crecimiento inteligente, a través de inversiones más eficaces en educación, investigación e innovación, sostenible, gracias al impulso decidido a una economía baja en carbono, e integrador, que ponga el acento en la creación de empleo y la reducción de la pobreza. En concreto en esta última prioridad, en la que se pone el acento en un crecimiento integrador, entendiendo por tal aquel que tiende a lograr una economía con un alto nivel de empleo que favorezca la cohesión económica, social y territorial.